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Desempleo y pobreza en Chile. Un análisis de clases sociales
A 45 años del golpe: Análisis crítico de la UP y una reivindicación a los cordones industriales.
Autor: Benjamín Lobos. Economista y miembro del Grupo de Estudios Marxistas, de la Red Estudios Nueva Economía.
El golpe de estado fue el corte de un proceso ascendente del movimiento obrero chileno, que venía avanzando en su conciencia los años previos. Este ascenso tuvo su clímax en la creación de los cordones industriales, control obrero de la producción que buscaba responder a la derecha ante sus intentos para desestabilizar la economía. Gran discusión se genera cuando se habla cuáles fueron los problemas principales que llevaron a la derrota de este proceso, que desarticuló y puso freno al movimiento obrero más avanzado de América Latina.
Sin duda esta es una pregunta difícil de responder, por eso es mejor remitirse a los hechos, y desde ahí desprender alguna interpretación. Lo que sí es consenso, y tal como dice en su libro Miguel Silva, “Los cordones industriales nos revelan el conflicto más profundo de la revolución”. Pero vamos un poco más atrás en la historia.
Sin duda el triunfo del gobierno de la UP representó reformas que ayudaron al conjunto de los trabajadores y el pueblo: la reforma agraria, el traspaso de empresas claves al área social (al estado), entre otras medidas, fueron en pos de mejorar las condiciones de los sectores más precarios en Chile. Pero esto a su vez, puso al gobierno en una encrucijada. Las reformas iban en contra de lo que el empresariado chileno quería, y poco a poco comenzaron a organizarse entre los años 1970 y 1972.
No solo se ve un ascenso en las reformas del gobierno de Allende para con los trabajadores, sino también una respuesta creciente de los empresarios y los grupos nacionalistas de derecha detrás de estos. El momento donde culmina esta estrategia de desestabilización económica contra el gobierno ocurre en octubre de 1972, donde el conjunto de la burguesía decide parar la producción, paralizando todos sus camiones, siendo apoyado por diversos sectores acomodados.
Ante esta situación y por la necesidad de reactivar la producción y continuar con el proceso de reformas, surgen los Cordones Industriales [1]. Entre octubre de 1972 y junio de 1973 se crean 31 cordones industriales en todo Chile y 8 de estos se encontraban en Santiago.
Fotografía: Registro histórico del "Periódico Tarea Urgente" impulsado por los Cordones Industriales, lograron salir 15 números.
La burguesía se percata que su intentona había hecho avanzar en su conciencia a los trabajadores en chile, abriendo estos embriones de poder de los trabajadores. Por esto es que después de octubre deciden volcar todas sus fuerzas en hacer retroceder al gobierno de Allende en sus reformas, quitarle lo conseguido a los trabajadores por secretaría, particularmente hacer retroceder estos embriones de doble poder, que planteaban el control de la producción social por los trabajadores y la comunidad, sin empresarios.
El gobierno de la UP, que hasta el momento había conseguido llevar adelante reformas por medio de la conciliación, acordando con sectores de la burguesía (la Democracia Cristiana) se ve en un sin salida estratégico. La Democracia Cristiana (DC), que al calor del movimiento obrero había aceptado a regañadientes las reformas, ve en este proceso un peligro inminente, que está poniendo en peligro su dominación como clase en Chile. Aquí se produce el punto de inflexión, la DC se ubica con el Partido Nacional y comienzan a boicotear cualquier reforma que Allende enviaba al congreso. Se acababa la vía reformista, la burguesía preparaba el asalto final para frenar el proceso revolucionario.
Después de marzo de 1973, el gobierno comienza a retroceder en sus reformas, su actitud conciliadora ahora estaba en la vía de aceptar lo que imponía la derecha y la democracia cristiana. Ejemplo de esto son: el Plan Millas (que obligaba a trabajadores a devolver empresas) y el plan de control de armas (que le permitía a militares allanar poblaciones y fábricas). Estas medidas tendían a debilitar el poder obrero y popular, la verdadera amenaza a los capitalistas, el imperialismo y los militares que impusieron el Golpe.
Allende y los partidos de la UP decían que querían evitar la guerra civil, pero la guerra civil ya había comenzado, con la derecha y la DC preparando un golpe (y fracasando previamente el 29 de junio) y los trabajadores completamente desarmados por su propio gobierno. Esto se refleja en la carta enviada por los trabajadores de los cordones industriales al presidente Allende (Anexada), donde le planteaban abiertamente que de seguir en esa línea, la dictadura fascista era inminente y veían con claridad la necesidad de una dictadura proletaria para poder avanzar en las reformas y hacia el socialismo.
Los hechos muestran que para avanzar en las reformas y hacia el socialismo era necesario romper con la estrategia de la conciliación y apoyarse en el movimiento de masas, particularmente en los Cordones Industriales. Ya que, un cambio en la estructura social y económica esta directamente ligado del proceso vivo de la organización de los trabajadores, que justamente surgía como nuevo poder en los cordones, un poder que se planteaba ser una alternativa a la dirección de la sociedad de la burguesía. De ahí que la estrategia de la UP era inviable, y termino por confundir y desorientar a los trabajadores.
Notas:
[1] Si bien los cordones industriales surgieron en junio de 1972, fue en octubre cuando comenzaron a funcionar como organismos vivos de los trabajadores. Ver Gaudichaud (2016) Chile 1970-1973: Mil días que estremecieron el mundo.
Anexo: Carta de los Trabajadores al Pdte Allende.
Santiago, 5 de septiembre de 1973.
A SU EXCELENCIA EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, COMPAÑERO SALVADOR ALLENDE:
Ha llegado el momento en que la clase obrera organizada en la coordinadora provincial de cordones industriales, el Comando Provincial de Abastecimiento Directo y el Frente Unico de Trabajadores en Conflicto, ha considerado de urgencia dirigirse a Ud. alarmados por el desencadenamiento de una serie de acontecimientos que creemos nos llevarán no sólo a la liquidación del proceso revolucionario chileno sino, a corto plazo, a un régimen fascista del corte mas implacable y criminal.
Antes, teníamos el temor de que el proceso hacia el socialismo se estaba transando para llegar a un gobierno de centro reformista, democrático burgués que tendía a desmovilizar a las masas o a llevarlas a acciones insurreccionales de tipo anárquico por instinto de conservación.
Pero ahora analizando los últimos acontecimientos nuestro temor ya no es ese; ahora tenemos la certeza de que vamos en una pendiente que nos llevará inevitablemente al fascismo.
Por eso, procedemos a enumerarle las medidas que, corno representantes de la clase trabajadora, consideramos, imprescindible tomar.
En primer término, compañero, exigimos que se cumpla con el Programa de la Unidad Popular. Nosotros en 1970, no votamos por un hombre, votamos por un programa.
Curiosamente, el capitulo primero del programa de la Unidad Popular se titula “El Poder Popular”. Citamos página 14 del programa: …”las transformaciones revolucionarias que el país necesita sólo podrán realizarse se si el pueblo chileno toma en sus manos el poder y lo ejerce real y efectivamente”…
…”Las fuerzas populares y revolucionarias no se han unido para luchar por la simple sustitución de un presidente de la República por otro, no para reemplazar un partido por otro en el gobierno, sino para llevar a cabo los cambios de fondo que la situación nacional exige, sobre la base del traspaso del poder de los antiguos grupos dominantes a los trabajadores al campesinado y sectores progresistas de las capas medias”… ”transformar las actuales instituciones del estado donde los trabajadores y el pueblo tengan el real ejercicio del poder”… ”El gobierno popular asentará esencialmente sus fuerzas y autoridad en el apoyo que le brinda el pueblo organizado”…
Página 15…” A través de una movilización de masas se construirá desde las bases la nueva estructura de poder”… Se habla de un programa de una nueva constitución política, de una Cámara única, de la Asamblea del Pueblo, de un Tribunal Supremo con miembros designados por la asamblea del pueblo. En el programa se indica que se rechazará el empleo de la fuerza armada para oprimir al pueblo”… (página 24).
Compañero Allende, si no le indicáramos que estas frases son citas del Programa de la U.P. que era un programa mínimo para la clase, en estos momentos se nos diría que este es el lenguaje ”ultra” de los cordones industriales.
Pero nosotros preguntamos ¿dónde está el nuevo estado, la nueva constitución política, la Cámara única, la asamblea popular, los tribunales Supremos?
Han pasado tres años, compañero Allende, y Ud. no se ha apoyado en las masas y ahora nosotros, los trabajadores, tenemos desconfianza.
Los trabajadores sentimos una honda frustración y desaliento cuando su Presidente, su Gobierno, sus Partidos, sus organizaciones, les dan una y otra vez orden de replegarse en vez de la voz de mando de avanzar. Nosotros exigimos que no sólo se nos informe sino que también se nos consulte sobre las instrucciones que al fin y al cabo son definitorias para nuestro destino.
Sabemos que en la historia de las revoluciones, han habido momentos para replegarse y momentos para avanzar; pero sabemos, tenemos la certeza absoluta que en lo último, años podríamos haber ganado no sólo batallas parciales sino la lucha total; haber tomado en esas ocasiones medidas que hicieran irrevocable el proceso después del triunfo de la elección de regidores de 1971 el pueblo clamaba por el plesbicito y la disolución de un Congreso antagónico.
En Octubre, cuando fue la voluntad y organización de la clase obrera la que mantuvo el país caminando frente al paro patronal, donde nacieron los Cordones Industriales en el calor de esa lucha; y se mantuvo la producción, el abastecimiento, el transporte, gracias al sacrificio de los trabajadores y se pudo dar el golpe mortal a la burguesía, Ud. no nos tuvo confianza. A pesar de que nadie puede negar la tremenda potencialidad revolucionaria demostrada por el proletariado, le dio una salida que fue una bofetada a la clase obrera, instaurando un Gabinete cívico – militar, con el agravante de incluir en él a dos dirigentes de la Central única de Trabajadores que al aceptar integrar estos ministerios hicieron perder confianza de la clase trabajadora en su organismo máximo. Organismo, que cualquiera que fuera el carácter del gobierno, debía mantenerse al margen para defender cual quiera debilidad de éste frente a los problemas de los trabajadores.
A pesar del reflujo y desmovilización que esto produjo, de la inflación, las colas y las mil dificultades que los hombres y mujeres del proletariado vivían a diario, en las elecciones de Marzo, de 1973 mostraron una vez más una claridad y conciencia al darle 43% de votos militantes a los candidatos de la UP.
Allí también compañero, se deberían haber tomado las medidas que el pueblo merecía y exigía para protegerlo del desastre que ahora presentimos.
Y ya el 29 de Junio cuando los generales y oficiales sediciosos, aliados al Partido Nacional, Frei y Patria y libertad se pusieron francamente en una posición de ilegalidad, se podría haber descabezado los sediciosos, y apoyándose en el pueblo y dándole responsabilidad a los generales leales y a las fuerzas que entonces le obedecían haber llevado el proceso hacia el triunfo, haber pasado a la ofensiva. Lo que faltó entonces, en todas estas ocasiones, fue decisión revolucionaria; lo que faltó fue confianza en las masas, lo que faltó fue conocimiento de su organización y fuerza, lo que faltó fue una vanguardia decidida y hegemónica.
Ahora los trabajadores no solamente tenemos desconfianza estamos alarmados.
La derecha ha montado un aparato terrorista tan poderoso y bien organizado, que no cabe duda que está financiado y dirigido por la CIA, matan obreros hacen volar oleoductos, micros, ferrocarriles. Hacen apagones en dos o tres provincias, atentan contra nuestras sedes, contra nuestros locales partidarios, y sindicales.
¿Se los castiga o apresa? – ¡No compañero! Se castiga y apresa a los dirigentes de izquierda.
Los Pablos Rodriguez, los Benjamines Mattes confiesan abiertamente participado en el ”tanquetazo”. ¿Se les allana y humilla? – ¡No compañero. Se allana Lanera Austral de Magallanes, donde se asesina a un obrero y se tiene a los trabajadores de boca en la nieve durante horas y horas.
Los transportistas paralizan el país dejando hogares, humildes sin parafina, sin alimentos, sin medicamentos.
¿Se les veja, se les reprime? – ¡No, compañero!.
Se veja a los obreros de Cobre Cerrillos, de Indugas de Cemento Melon, de Cervecerias Unidas.
Frei, Jarpa y sus comparsas financiadas por a ITT llaman abiertamente a la sedición. ¿Se les desafuera, se les querella? – No, compañero.
Se querella, se pide el desafuero de Palestro, de Altamirano, de Garretón, de los que defienden los derechos de la clase obrera.
El 29 de Junio se levantan generales y oficiales contra el gobierno, ametrallando horas y horas el Palacio de la Moneda, produciendo 22 muertos. ¿Se les Fusila, se les tortura? – ¡No compañero!
Se tortura en forma inhumana a los marinos y suboficiales, que defienden la constitución, la voluntad del pueblo y a Ud. compañero Presidente.
Patria y Libertad incita al golpe. ¿Se les apresa? ¿Se les castiga? – ¡No, compañero.
Siguen dando conferencias de prensa, se les da salvoconductos para que conspiren en el extranjero. Y mientras se allana SUMAR, donde mueren obreros y pobladores a los campesinos de Cautín se les somete a los castigos más implacables paseándolos, colgando de los pies en helicópteros sobre le cabeza de sus familias, hasta darles muerte.
Se le ataca a Ud. compañero. A nuestros dirigentes y a los trabajadores en su conjunto en la forma más insolente y libertina por los medios de comunicación millonarios de la derecha. ¿Se les destruye, se les silencia? – No compañero. Se silencia y se destruye a los medios de comunicación de izquierda el Canal 9 de TV, última posibilidad de voz de los trabajadores.
Y el 4 de Septiembre, el tercer aniversario los trabajadores, mientras el pueblo 1.400.000 salíamos a saludarlo, a mostrar nuestra decisión y conciencia revolucionaria, la FACH allanaba MADEMSA, MADECO, RITTIG, en una de las provocaciones más insolentes e inaceptables sin que exista respuesta visible alguna.
Por todo lo planteado, compañero, nosotros los trabajadores, estamos de acuerdo con un punto con el señor Frei, que aquí hay sólo dos alternativas: la dictadura del proletariado o la dictadura militar.
Claro que el señor Frei también es ingenuo, porque cree que tal dictadura militar será sólo de transición para llevarlo a postre a él a la presidencia.
Estamos absolutamente convencidos de que históricamente el reformismo que se busca a través del diálogo con los que nos han traicionado una y otra vez, es el camino más rápido hacia el fascismo. Y los trabajadores ya sabemos lo que es el fascismo. Hasta hace poco era sólo una palabra que no todos los compañeros comprendían, teníamos que recurrir a lejanos o cercanos ejemplos Brasil, España, Uruguay, etc.
Pero ya lo hemos vivido en carne propia, en los allanamientos, en lo que está sucediendo a marinos y suboficiales, en lo que están sufriendo los compañeros de ASMAR, FAMAE, los campesinos de Cautín.
Ya sabemos que el fascismo significa terminar con todas las conquistas logradas por la clase obrera, las organizaciones obreras los sindicatos, el derecho a huelga, los pliegos de peticiones.
Al trabajador que reclame sus más mínimos derechos, humanos se les despide, se les aprisiona, tortura o a asesina.
Consideramos que no sólo se nos está llevando por el camino que nos conducirá al fascismo en un plazo vertiginoso sino que se nos ha estado privando de los medios para defendernos.
Por lo tanto, le exigimos a Ud. compañero Presidente, que se ponga a la cabeza de este verdadero ejército sin armas, pero poderoso a conciencia y decisión, que los partidos proletarios, pongan de lado sus divergencias y se conviertan en verdadera vanguardia de esta masa organizada pero sin dirección.
Exigimos:
Frente al paro de los transportistas, la requisición inmediata de los camiones, sin devolución, por los organismos de masas, y la creación de una empresa estatal de trasportes, para que nunca más esté en las manos de estos bandidos la posibilidad de paralizar al país.
Frente al paro criminal del Colegio Médico exigimos que se les aplique la ley de seguridad interior del estado, para que nunca más esté en las manos de estos mercenarios de la salud la vida de nuestras mujeres e hijos. Todo el apoyo a los médicos patriotas.
Frente al paro de los comerciantes que no se repita el error de Octubre en el cual dejamos en claro que no los necesitamos como gremio. Que se ponga fin a la posibilidad de que estos traficantes confabulados con los transportistas pretendan sitiar al pueblo por hambre. Que se establezcan de una vez por todas la distribución directa, los almacenes populares, la canasta popular. Que se pase al área social las industrias alimenticias que aún no están en las manos del pueblo.
Frente al área social, que no sólo no se devuelva ninguna empresa donde exista la voluntad mayoritaria de los trabajadores de que sean intervenidas, sino que esta pase a ser el área predominante de la economía. Que se fije una nueva política de precios, que la producción y distribución de las industrias del área social sea discriminada. No más producción de lujo para la burguesía. Que se ejerza verdadero control obrero dentro de ellas.
Exigimos que se derogue la Ley de Control de armas, nueva ” ley maldita”, que sólo ha servido para vejar a los trabajadores, con los allanamientos practicados a las industrias y poblaciones, que están sirviendo como un ensayo general para los sectores sediciosos de las fuerzas armadas que así estudia la organización y capacidad de respuesta de la clase obrera en un intento para intimidarlos e identificar a sus dirigentes.
Frente a la inhumana represión a los marineros de Valparaíso y Talcahuano, exigimos la inmediata libertad de estos hermanos, de clase heroicos, cuyos nombres ya están grabados en las, páginas de la historia de Chile. Que se identifique y castigue a los culpables.
Frente a las torturas y muerte de nuestros hermanos campesinos de Cautín exigimos un juicio público y el castigo correspondiente para los responsables.
Para todos los implicados en intentos de derrocar al gobierno legítimo, la pena máxima.
Frente al conflicto del Canal 9 de Televisión, que este medio de comunicación de los trabajadores no se entregue ni se transe por ningún motivo.
Protestamos por la destitución del compañero Jaime Faivovich secretario de transportes.
Pedimos que a través suyo se le manifieste todo nuestro apoyo al embajador de Cuba compañero Mario García Inchaustegui y a todos los compañeros cubanos perseguidos por lo más granado de la reacción y que se le ofrezcan nuestros barrios proletarios para que allí establezcan su embajada y su residencia, como forma de agradecerle a ese pueblo el que ha llegado a privarse de su propia ración de azúcar para ayudarnos en nuestra lucha. Que se expulse al embajador norteamericano, que a través, de sus personeros el pentágono, la CIA, la ITT proporciona probadamente instructores y financiamiento a los sediciosos.
Exigirnos la defensa y protección de Carlos Altamirano, Mario Palestro, Miguel Enriquez, Oscar Garretón, perseguidos por la derecha y la Fiscalía Naval por defender valientemente los derechos del pueblo con o sin uniforme.
Le advertimos compañero, que con el respeto y la confianza que aún le tenemos, si no se cumple con el Programa de la U.P. si no se confía en las masas, perderá el único apoyo real que tiene como persona y gobernante y que será responsable de llevar al país, no a una guerra civil que ya está en pleno desarrollo, sino que a la masacre fría, planificada de la clase obrera más consciente y organizada de Latino América, y que será responsabilidad histórica de este gobierno llevado al poder y mantenido con tanto sacrificio por los trabajadores, campesinos, pobladores, estudiantes, intelectuales, profesionales, la destrucción y descabezamiento quizás por qué plazo y a que costo sangriento de no sólo el proceso revolucionario chileno sino también el de todos los pueblos latinoamericano que están luchando por el socialismo.
Y hacemos este llamado urgente, compañero presidente porque creemos que esta es la última posibilidad de evitar en conjunto la pérdida de las vidas de miles y miles de lo mejor de la clase obrera chilena y latinoamericana.
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