Nuestra América invertida
Introducción:
A lo largo de su historia, el capitalismo se ha visto en la necesidad de abrirse nuevos espacios para imponer su lógica de mercado; Europa y Estados Unidos no eran capaces de consumir la gran masa de mercancías producidas, de manera tal, que un país, un grupo de países, un continente ya no era suficiente, el horizonte ahora era el mundo entero. En este contexto, la meta no sólo fue encontrar nuevos mercados para que consumieran los productos, también fue de suma importancia encontrar mercancías para producir, tanto materias primas, que constituye el capital constante, como fuerza de trabajo o capital variable. Dentro de este proceso Nuestra América, ha tenido vital importancia debido a su riqueza. Lo paradójico es que a pesar de esto, América Latina tiene altos índices de pobreza, mala calidad de vida y una fuerte desigualdad. Esto se debe en gran medida a que América no es para los americanos, o por lo menos no para todos.
El punto central de este ensayo es el tema de la explotación de América Latina por las potencias extranjeras. Tal como describe Eduardo Galeano, nuestro continente ha sido víctima de constantes saqueos desde su “descubrimiento”. Problemático resulta descubrir que a pesar de haber pasado más de quinientos años, las cosas no son tan distintas como parecen. Si bien, en teoría, somos libres de las potencias extranjeras hace unos doscientos años aproximadamente, la práctica nos demuestra todo lo contrario. En relación a esto, este trabajo analiza desde dos puntos de vista la explotación en América Latina: el primero da un breve marco teórico; y el segundo trata el problema desde el aspecto práctico.Referencia:
Corvalán, J. (2013). Nuestra América invertida. Estudios Nueva Economía Vol.2 N°1, pp. 38-45.
Alejandra Corvalán,